La última mujer

 


-1912-
TRAGEDIA DEL TITANIC

Rebeca Cooper Taylor pertenecía a una familia adinerada de Inglaterra. Su esposo y sus amigos, Amy y Carl, le habían preparado una sorpresa ya que no estaba pasando por un buen momento de salud: un viaje de placer por el coloso, el barco más grande del mundo, el que ni Dios podía hundir...

Rebeca aceptó con la condición de que también viajara su padre Mark Cooper, de ochenta años: hombre de negocios, displicente y austero. Él, como todo anciano, aferrado a sus afectos, llevaba un baúl del que nunca se separaba porque decía que allí guardaba un tesoro.

Con aquella valija misteriosa emprendió la travesía en el famoso Titanic, sin advertir el peligro que provoca la codicia y el egoísmo.
Ese itinerario, mucho antes del naufragio, se transformó en un verdadero infierno para todos; sin embargo, una mujer, la última, pudo rescatar la vida de lo poco que quedaba a salvo.

Una novela de amor profundo y de supervivencia, de valores y renuncias.
¿Cómo enfrentamos una situación límite?

Siempre aparece un ángel.

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LICIA. Hermana mía en goodreads


Gracias Eleonora por las cuatro estrellas que me dejaste en la novela
LICIA. HERMANA MÍA en goodreads

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EN EL MARCO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA, LA LEYENDA DE LOS OJOS AZULES.

Rosalie y Antoine Florent se casaron en la iglesia de San Eustaquio construida entre 1532 y 1632 en el barrio de Les Halles. Al año siguiente nació Alexandre, el primer hijo de la pareja. El niño, con el paso del tiempo, se transformó en un joven tímido y caviloso. Daba sus lecciones recitando como si fueran sermones. Cuando llegó al mundo Celine, él ya tenía catorce años y empezó a comportarse de manera extraña. Alexandre hablaba sobre leyendas, demonios, brujos y le atraía mucho todo lo que estuviera relacionado con la monarquía. Decía que Celine, su hermana, de enormes ojos azules, tenía poderes sobrenaturales y que podía percibir la muerte cercana. No precisamente para que la alcanzara sino para demostrarle su existencia.

Lejos, en el otro extremo de la ciudad, la señorita Louise Héland, quien solía recoger los residuos de las Tullerías para comer, encontró un día un bebé abandonado en una plaza. Inmediatamente se lo llevó y lo ocultó en la casa de huéspedes de Madame Delfine Blanduriet, situada en la parte baja de la calle de Santa Genoveva, donde ella vivía de prestado.

Dos familias, una historia.
La infancia, la figura materna agigantada como símbolo, las supersticiones arcaicas, el abandono y la Revolución francesa.



 

la abuela francesa desde New Zealand

 



🌺
Una valoración de cinco estrellas con una breve reseña desde New Zealand.
La verdad, vale la pena seguir luchando por esta vocación tan grande que tengo desde que era muy pequeña.
Son logros mínimos comparados con otros autores, pero los valoro tanto, tanto... Será que escribo sin esperar.
❤️
Me acostumbré a esta paz después de haber recorrido demasiados caminos, y es una paz auténtica que por momentos da sueño, pero que permite tomar impulso.
Son etapas nuevas, búsquedas, asombro, risa, libertad dentro del ser, quedarse al borde de este presente para creer que todo puede ser posible. Un abrazo.




NINA y sus historias

 


NINA
UNA NIÑA MUY ESPECIAL,
LA NIÑA-GRANDE,
LA QUE INVENTA OTRAS REALIDADES
PARA ESCAPAR DE LAS QUE DUELEN...

Nina y sus historias es un libro breve que cuenta la vida y la infancia de una niña muy especial, que supo, desde el primer momento, lo grande que era… Quiso ir más allá de un capricho, de un consejo y de los sueños inocentes. Marcó el rumbo y dio sus opiniones con las certezas de sus pocos años. Acumuló amigas e inventó realidades con fantasías para escapar de las otras, las que duelen… y supo, más adelante, aceptar lo que no podía cambiar. Inventó mil novelas con cada cuento de hadas, habló con los animales, dio ejemplo a los grandes de amor y de entrega, fue solidaria y enfrentó su vida de responsabilidades.
Los padres no podían manejar sus impulsos y muchas veces era ella quien los hacía reflexionar. Nació grande, como una abuela, pero fue niña de alma hasta el fin.
Nina entendía que no podía saberlo todo, pero lo inventaba porque estaba de vuelta de las horas, de quienes se detenían en sus egoísmos, de quienes querían ser grandes para no ir más al colegio…
−A la escuela se va a estudiar.
Con su cabeza llena de libros se dormía y se despertaba abrazada a un cuaderno nuevo para escribir historias, las de verano, las de enero… las propias.
HABÍA UNA VEZ…

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